Desde un punto de vista meramente morfológico puede afirmarse que tanto el término homofobia como el de homosexual presentan serias fallas de construcción.
Echemos primero un vistazo al término de homofobia. El vocablo es definido por el Diccionario de la Academia (2001) -y además así es entendido generalmente- como una ‘aversión obsesiva hacia las personas homosexuales’. Sin embargo, etimológicamente la palabra está compuesta por el seudoprefijo griego homo- que significa ‘igual’, y el sustantivo fobia que quiere decir ‘aversión obsesiva’. Dicho lo cual, homofobia vendría a significar ‘aversión a lo igual, a lo mismo’. El problema radica ciertamente en que el dichoso seudoprefijo griego homo- equivale a ‘homosexual’ en esta construcción; pero jamás se utiliza dicha voz griega en ese sentido: “Soy homo ¿y qué? Me gustan los hombres”.
Ahora bien, incluso si propusiéramos un nuevo término como homosexualfobia, por ejemplo, el problema tampoco queda resuelto pues el término homosexual tampoco está formado de la mejor manera. Creo que todos lo entendemos y utilizamos en el mismo sentido que lo define el Diccionario: ‘persona con tendencia a la homosexualidad’, es decir, a la ‘relación erótica entre personas del mismo sexo’. Aunque tomando en cuenta las etimologías que intervienen en su formación, éste vendría a significar algo así como ‘igual o semejante en lo que concierne al sexo’. ¿Raro, no?
Echemos primero un vistazo al término de homofobia. El vocablo es definido por el Diccionario de la Academia (2001) -y además así es entendido generalmente- como una ‘aversión obsesiva hacia las personas homosexuales’. Sin embargo, etimológicamente la palabra está compuesta por el seudoprefijo griego homo- que significa ‘igual’, y el sustantivo fobia que quiere decir ‘aversión obsesiva’. Dicho lo cual, homofobia vendría a significar ‘aversión a lo igual, a lo mismo’. El problema radica ciertamente en que el dichoso seudoprefijo griego homo- equivale a ‘homosexual’ en esta construcción; pero jamás se utiliza dicha voz griega en ese sentido: “Soy homo ¿y qué? Me gustan los hombres”.
Ahora bien, incluso si propusiéramos un nuevo término como homosexualfobia, por ejemplo, el problema tampoco queda resuelto pues el término homosexual tampoco está formado de la mejor manera. Creo que todos lo entendemos y utilizamos en el mismo sentido que lo define el Diccionario: ‘persona con tendencia a la homosexualidad’, es decir, a la ‘relación erótica entre personas del mismo sexo’. Aunque tomando en cuenta las etimologías que intervienen en su formación, éste vendría a significar algo así como ‘igual o semejante en lo que concierne al sexo’. ¿Raro, no?
Reflexión de: MORENO DE ALBA, José G. "Homofobia, homosexual" en EstePaís, mensual, núm. 207, México D.F., 2008, pp. 28-29
1 comentario:
hoooliss!!!
pues buen tema...
desde mi humilde opinion podriamos decir que ambos terminos aunque si, debemos aceptarlo, estan mal construidos, mas no por la real academia sino por la misma sociedad (almenos mexicana).
debemos fijarnos principalmente en lo que nos afectan los terminos; por ejemplo homofobia... cada cabeza es un mundo (Gracias a kien le kieras agradecer!!) y no podemos detenernos muchas veces en lo que una palabra nos pueda decir (aunque muchas veces a mi me sucede!!!).
y aunque estas palabras son muy banales y sin sentido... a uno como homosexual que tanto afecta lo que nos digan o no... simplemente se tu!! vive la vida, intenta ser feliz... como diria una pelicula, date en la madre, vive que alcabo solo se vive una vez!!! hay que ser felices aunque la real academia se equivoque jaja!!
rayenle y quiza es una de las pocas veces que raye tanto un flog!!!
take care!!!
++BeCkOo++
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